jueves, 7 de agosto de 2008

De un silenciado

Último comentario del jurista Rafael Rincón en su blog, que suspendió por amenazas.

Un gobierno de Santos no es un gobierno de fiar

Por Rafael Rincón Patiño, Director de la Oficina háBeas Corpus - Medellín, 17 de junio de 2008


Llegó la hora de hacer un alto en el camino en este ejercicio ciudadano de poner en público las opiniones políticas. Hemos querido en 200 números arriesgar una opinión casi siempre incomoda y muchas veces políticamente incorrecta.

En Colombia no hay garantías para pensar, ni para escribir lo que se piensa, mucho menos para criticar y publicar la disidencia en una bitácora digital. Hay quienes creen que la crítica no construye y consideran que es la lisonja y el incienso los que deben reinar.

Inclusive la Casa de Uribe V. insinúa, con manual de estilo, una crítica constructiva para refinar las formas de desplazamiento o las formas de hacer la guerra, o las formas de torturar o de secuestrar o de negar el acceso universal a la justicia.

Hay, también, quienes creen y quieren hacer creer que criticar es fácil, ignorando el costo de este ejercicio en un país armado y orientado hacia el unanimismo por la mentira de los Santos, la desinformación de los medios y la intimidación de los violentos.

La crítica es un ejercicio que más que constructivo tiene que ser responsable. Quién ejerce la critica tiene que estar listo a mostrar sus soportes, que son más argumentativos que documentales; de lo contrario se corre el riesgo de ser de ser denunciado, asesinado, amenazado o condenado con fundamento en un testigo comprado, en un computador blindado, o en el testimonio de un disgustado que ha sufrido la critica. (Aprovecho para sumar mi solidaridad a Alfredo Molano).

el yesQuero ha sido un esfuerzo de tomarse en serio la ciudadanía; más que un ejercicio periodístico ha sido una manera de ser un ciudadano responsable, es una forma de hacer política: opinando y haciendo crítica, especialmente de las acciones abusivas de las autoridades públicas y denunciando los atropellos del paramilitarismo, de la guerrilla, de los grupos económicos y de los medios de comunicación.

el yesQuero se ha ocupado de la gobernabilidad y de los derechos. En su ejercicio ha sido un acérrimo crítico de los gobiernos de Uribe V. y de los excesos de los gobiernos locales. Su misión ha sido la defensa del Estado social de derecho y de los derechos humanos.

No parece que un breve ensayo, como el yesQuero, acabe con un estado de cosas inconstitucional como el desplazamiento forzado, que no es más que la violación integral de todos los derechos humanos —la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha manifestado en Londres que Colombia ocupa hoy el primer lugar en desplazamiento forzado en el mundo—.

A seis años de la Seguridad Democrática Colombia es primera en el mundo en desplazamiento forzado: deshonroso record para Uribe V. y para los Santos. Es que el gobierno de los Santos no es un Gobierno de fiar.

Los cuatro millones de desplazados son la cifra negra que eclipsa la cifra dorada de la disminución de homicidios. Tenemos un país donde la dignidad de los desplazados se tapa con las cifras de los homicidios.

No parece tampoco, que un ensayo crítico cambie el secuestro. Colombia tiene una guerrilla que se cree revolucionaria secuestrando civiles, torturando combatientes y sembrando los campos de minas antipersonales. Deshonrosa revolución la que usa la dignidad humana como medio para negociar y conseguir ventajas militares. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) tienen secuestrados soldados campesinos desde hace once años en nombre de una revolución que ni sus propios combatientes conocen.

Ojalá llegue pronto la libertad de todos los secuestrados y el paramilitarismo gubernamental deje pelechar a las organizaciones sociales y quienes se proclaman defensores de la ciudadanía en forma de guerrilla o de paramilitares o de Estado Comunitario permitan que ella madure y ejerza el poder y la crítica democráticamente.

A todos los lectores, a los comentaristas, a los mentores, a quienes nos halagaron, o a quienes nos criticaron muchas gracias por su paciencia y por su comprensión.

A los criticados o víctimas de el yesQuero esperamos no haberlos ofendido en su dignidad o haber sido injustos con las chispas, ustedes fueron la yesca, para ellos van nuestras excusas por nuestras faltas.

A quienes nos intimidaron sólo decirles que tenemos la esperanza de que tarde o temprano se abrirán las alamedas, que la justicia llegará y que la vida digna y la libertad serán el fundamento político de nuestra ciudadanía.

El partido no se ha acabado, parece que vamos hacia un tercer tiempo o hacia una final por penaltis, pero para el yesQuero, es hora de salir de la cancha a cambiar de mecha, a tomar oxigeno y a mirar desde las graderías.

Gracias, mil gracias

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