Es la pregunta que se hace la periodista Cecilia Orozco en su columna “Procedimientos de dictadura”, de El Espectador del 10 de febrero, a propósito de las revelaciones hechas por los periodistas Claudia Julieta Duque y Hollman Morris el 9 de febrero, Día del Periodista en Colombia, sobre las actividades del G-3 del servicio de inteligencia DAS.
“A esta entidad debe constarle, desde luego, la cacería oficial contra la Corte Suprema, la oposición política, las ONG y más periodistas y columnistas. Pero lo que tiene en los procesos le parece tan escabroso, tan apabullante el poder de los implicados y tan alto el cargo que ostentan, que se asusta y prefiere continuar callada”, escribe Orozco.