domingo, 24 de enero de 2010

Del periodista Arturo Guerrero


Columnas al viento

Molano cometió la valentía de señalar un apellido. Puso el pecho descubierto a la jauría de abogados de unos notables concretos. Se dejó señalar como chivo expiatorio, se ofreció de redentor como Cristo, y está siendo crucificado. Uno de sus lectores dio en el clavo: "Molano se quedó corto en apellidos". Y pidió que "se repitan molanos por las cuatro esquinas de Colombia".

El columnista acusado es una leyenda en tanto narrador del país profundo, de sus selvas, ríos y trochas. Es probable, así, que pueda allegar pruebas de sus afirmaciones ante los jueces. Lo que es dudoso es que esas pruebas sean científicas y capaces de derrotar el leguleyismo con que se maneja este país santanderista.

Haga click para leer la columna de Arturo Guerrero, publicada en el diario El Colombiano el 27 de enero de 2010.

1 comentario:

walter fernando dijo...

Leer a Molano es un privilegio. Cada artículo suyo muestra la verdadera cara de la sangrienta realidad nacional. No a la censura de prensa que tratan de oficializar en Colombia. Fernando Pinzón Pérez.